viernes, 12 de marzo de 2010

El Viaje del Loco

Los Arcanos Mayores del Tarot nos muestran el recorrido del ser humano, sus pruebas, vicisitudes, logros, etc…
Este recorrido por las diferentes “estaciones” describe la evolución que el hombre alcanza en distintas etapas.
En psicología lo denominan el Camino del Héroe.
Arquetípicamente, el viaje es nuestro recorrido espiritual y cada arcano simboliza las estaciones donde nos encontramos.
El Loco, el arcano 0, el espíritu divino que aun no ha encarnado, es el iniciado que comienza su camino
Vamos a acompañarlo…
El loco representa nuestro espíritu libre, nuestro potencial, el amor a la Vida y esta lleno de inocencia, despojado de lazos y limpio de ayeres, solo lleva lo indispensable en esta búsqueda que el vive como un juego, no teme correr riesgos.
Es nuestro niño interno
Encarna luego en El mago, el Arcano nº 1, que toma conciencia de si mismo y se identifica, es el “yo soy”, descubre sus recursos internos y concentra su poder en la materia
El loco aquí descubre su Voluntad Creadora.
Nace el principio masculino, la fuerza vital activa, el elemento que los orientales denominan “yang”.
Luego se conecta con su interior, se repliega en si mismo, se auto-observa, descubre los ciclos naturales de la vida, surge el principio femenino, pasivo y receptivo, la energía “yin” en la Suma Sacerdotisa, guardiana de los misterios.
La energía de la Suma Sacerdotisa es de gestación, esta en potencia la chispa divina, pero aun no emerge.
En la Emperatriz la conjunción de los principios masculinos del Mago y las fuerzas sagradas femeninas de la Sacerdotisa se unen y eclosionan dando lugar a la manifestación, la creación divina.
Con la Emperatriz ambas energías se funden y comienza el Principio de la Vida

Ella representa la unión y la fusión con La Naturaleza y su función es nutrir, el Ser se hace fecundo y abundante. Es el arquetipo de la Madre.
Esta expansión energética que todo lo impregna, necesita ordenarse y encauzarse en una estructura que le de solidez: surge el Emperador como principio de Orden en el caos creador de la Emperatriz.Aquí El Loco direcciona y gobierna la fuerza yang y la vuelca en un colectivo: la familia, la sociedad, necesita ordenarse y se precisa de las leyes que conformen una sociedad organizada y estable, de sólidos fundamentos, es la instancia en donde aparece El Emperador, el padre, el gobernante, la ley y el orden.
El Loco luego descubre algo mas allá de lo material, se conecta con lo Divino y se transforma en un puente entre el mundo material y el espiritual, encarna al Sumo Sacerdote, que inculca la fe en el colectivo
Su doctrina se institucionaliza y se dogmatiza la moral.
Imparte consejo y es el Guía espiritual de la comunidad que ve en El a un Maestro espiritual.
Llega el momento en que la libertad lo conduce a descubrir al otro, las relaciones están definidas por el amor, y este hace necesario que las elecciones estén tomadas desde nuestro libre albedrío.
Los sentimientos, el mundo relacional, los vínculos, las decisiones, son los elementos que se ponen de relieve en este estadio que representa el Arcano de Los Enamorados

El ser que ha elegido su camino, seguro de si mismo, lleno de confianza y con un objetivo claro, se enrumba hacia su meta tomando el control de su destino.
El Carro es esta instancia, donde la victoria sobre si mismo y sobre las fuerzas internas que ahora gobierna, son las señales de su firme decisión de avanzar en el camino que se ha trazado.
El Loco descubre en La fuerza, sus instintos, deseos y la pulsión que lo anima, aprende a controlarlas con inteligencia y a superarse a si mismo.
La voluntad aquí se eleva por sobre las dificultades que el ego impone.
En este tramo, al descubrir su interior y replegarse en la introspección, El Ser se interna en la búsqueda espiritual y silenciosa,
Se aleja de sus semejantes y en la soledad bien llevada del Ermitaño, vive en su mundo interior la riqueza espiritual de la sabiduría y la experiencia.
El ermitaño representa la maduración del ser y un proceso de búsqueda.
La Rueda se enfrenta con su Destino, descubre la fuerza inevitable de los cambios y los ciclos, se asume como un ser en tránsito, en donde nada permanece estático.Al llegar al severo Arcano de la Justicia, comprende las leyes universales que rigen el Cosmos y la ineludible ley del Karma, toda acción conlleva una reacción, todo efecto es consecuencia.
Se hace responsable de si mismo y en la ley del Balance, obtiene su retribución conforme a sus acciones.
Mas adelante, descubre que hay momentos en donde la lucha cesa, y se rinde y entrega a la voluntad divina.
Comprende que el “no hacer”, es un estado de meditación necesario que es pasivo en lo “externo”, pero inmensamente activo en su interior.
Vive su espiritualidad desde otra óptica, con la serenidad y aceptación de que no puede manejarlo todo y se suspende.
Aquí El Loco atraviesa la fase del Colgado y se auto-sacrifica en pos de un ideal elevado, aprende a no resistirse y comprende que la aceptación lo lleva vivir en paz.
Al llegar el momento donde descubre la naturaleza finita de su cuerpo y de las cosas, El Loco conecta con la experiencia profundamente transformadora de la Muerte.
En este tránsito descubre que la muerte es necesaria para que la Vida exista, y que debe dejar morir a su ego, cortar las malezas y limpiar su terreno, para volver a renacer.
Superada esta prueba, el Loco aprende a fluir con la Vida, y su espíritu alcanza el temple y la armonía interna que le permite trascender la dualidad de los elementos opuestos.
Percibe que el bien y el mal, el blanco y el negro, son extremos de sufrimiento, y camina en el equilibrio de los grises, sereno y en estado de gracia.
Se siente guiado y protegido cuando camina en La Templanza.
El Loco desciende a los infiernos de las tentaciones del mundo material y descubre su parte oscura, sus miedos, ambiciones, su sexualidad despojada de espiritualidad y recorre este turbulento pasaje de la mano del Diablo.
Cuando las estructuras amenazan al Loco con quitarle su espacio vital, descubre que es necesario romper esta armazón de creencias y egos que lo encierran.
El rayo de la iluminación lo despierta bruscamente en La torre, esta fuerza destructora que con violencia libera el ser de las cadenas que impiden su salida.
Este doloroso y radical proceso, se concluye luego en La Estrella, el arcano de la reconstrucción, el ser emerge sanado y renovado, encuentra su lugar en el Cosmos y desnudo del ego de la Torre, se compone con el indispensable aliento de la Esperanza.
En la Luna conecta con el inconciente y se sumerge en sus misterios, descubre el lenguaje secreto de los sueños y da paso a sus fantasías y proyecciones, camina en la Sombra de lo que aun no ha descubierto la Luz.
Contacta con sus miedos, autoengaños y tormentos para luego despertar a la Conciencia Universal en el Sol, donde la
claridad lo ilumina todo y el Loco goza con alegría de la Vida, su ser resplandece y ya nada le intimida, su identidad brilla.
En el penúltimo grado, despierta a un nuevo nivel de conciencia, se renueva y resucita nuevamente, obedeciendo a un llamado universal que lo lleva a perdonar e integrarse a la Danza Cósmica Universal, en el Mundo, último Arcano donde logra su perfección y autorrealización auténtica, habiendo unificado en su ser todas las experiencias vividas, en comunión con su entorno y pleno en si mismo…
Llega el fin del viaje y culmina un ciclo, habiendo nuestro héroe transitado por las luces y las sombras, las alegrías y las tristezas, la soledad y el desamor, la unión y la lucha, en fin, la Vida misma.

Espero que les guste mi versión del Viaje del Loco...
Cariños y Bendiciones!
Ivana